domingo, 24 de diciembre de 2017

Las grandes cuestiones de Zapatero: República, guerra civil y franquismo


¿Cuáles son las tres prioridades políticas de nuestro Presidente del Gobierno? ¿El paro, el terrorismo, la cohesión nacional, la lucha contra el SIDA, la droga o el cáncer…? No, no crean. Para nuestro Presidente, los problemas esenciales con los que los españoles se acuestan cada noche son los siguientes: primero: restaurar la República (incluida la conversión al republicanismo de Juan Carlos I); segundo: ganar la guerra civil iniciada en 1936 (la guerra no ha terminado); y tercero: reanudar la lucha contra Franco (tras 40 años de vacaciones, había que esperar otros 30 después de su muerte, por si acaso…).

Estas cuestiones son de extremo interés para la amplia ciudadanía ya que, como se sabe, todos los ciudadanos nos acostamos cada noche cuestionando la forma de Estado, analizando las estrategias militares desplegadas en Brunete, Teruel y Guadalajara, y estudiando la oportunidad de los rótulos del callejero, las estatuas, los monumentos, etc. que adornan nuestras ciudades.


José Luis Revánchez Zapatero, servidor número uno del Estado que comprende las naciones, nacionalidades, comunidades nacionales, regiones históricas y regiones (francófonas o hispanohablantes) sitas en la Península Ibérica, ha conectado sin ningún género de dudas con el sentir general de la ciudadanía, cuya máxima aspiración es “recuperar” la memoria de hace 70 años en una clínica de alzheimer financiada por la Fundación Pablo Iglesias.

Otra de las cuestiones que se ha planteado estos meses el gabinete tancredil es estudiar para qué demonios queremos un trasvase del Ebro, si el río que da nombre a la península todavía no ha sido reconquistado por los ejércitos republicanos. La verdad es que los "neocons" que rodean a Mari(ano)complejines tienen cada idea… Mira que idear un trasvase de agua del cauce del río Ebro para llevar agua al Mediterráneo sin garantizarnos antes el triunfo de la República en las costas levantinas…

Rupturismo anticonstitucional: la monarquía republicano-jacobina

José Luis Revánchez Zapatero ha heredado lo peor del necio espíritu republicano recogido por Aznar en su etapa maricomplejines (homenaje del PP a Azaña en el Estadio de Mestalla, 1996), compartida, por cierto con el inventor de este calificativo, Jiménez Losantos (La última salida de Manuel Azaña, premio Espejo de España 1994). Nos referimos al espíritu republicanojacobino desplegado por Zapatero y según el cual, la izquierda es la garante exclusiva de la democracia. Ya saben, ocho años de derechas y uno de derechos… Hasta tal punto ha llevado la estulticia neorrepublicana el Excmo. Presidente, que, para él, sólo la República es democrática y lo mejor de S. M. el Rey es que éste es un rey republicano. Y una de dos: o la agudeza mental del sujeto tancredil es prácticamente nula o Revánchez Zapatero es un desvergonzado que se ríe a la cara del propio Jefe de Estado. En fin, ahí están los Prieto y Largo Caballero, paradigmas del bolchevismo socialista, convertidos junto con el golpista parafascista Companys en los modelos políticos republicanos a seguir por la nueva tropa social-catalanista.

La guerra no ha terminado

Fruto del complejo de quienes perdieron una guerra provocada por todos los bolcheviques que domeñaban el PSOE de los años 30, renace una vana esperanza revanchista: ganar la Guerra Civil. Por lo visto, la guerra no ha terminado. Es por ello, que el Poder gobernante se desvive por desintegrar el Archivo de la Guerra Civil, denunciar la existencia de los campos de concentración nacionales (como si no hubieran existido los campos republicanos), subir el 400% de las pensiones a los “niños de la guerra” de la mano del hipersensible Jesús Caldera, descubrir las “fosas comunes” de los fusilados por el bando alzado (los otros muertos no interesan)…

Se comprueba el sectarismo republicano-izquierdista de los nuevos gobernantes, quien de boca de Revánchez Zapatero, todavía se dedican a dar lecciones de mirar a la cara a todo el mundo, cuando sus políticas son esencialmente sectarias y ultraizquierdistas.

Lanzadas a moro muerto

Cuarenta años tuvo el PSOE para luchar contra Franco como lo hicieron los comunistas. La verdad es que poco hicieron por defender la Libertad en España. De hecho, durante este periodo socialista acertadamente denominado como los 40 años de vacaciones, buena parte de las familias de los actuales directivos de la calle Ferraz pertenecieron al totalitario Movimiento Nacional. Tras la muerte del dictador, el PSOE siguió de vacaciones una larga temporada, porque ha tenido que llegar Rodríguez Zapatero, de la mano de los ultras de la Esquerra, para reanudar la guerra contra Franco que abandonaron el 1 de abril de 1939. Felipe González estaba en otras guerras.

Revánchez Zapatero ha lanzado toda una batería de misiles para terminar de una vez por todas con Franco: Alcaldías socialistas que borran los escasos rótulos franquistas que resisten en el callejero; retirada de las estatuas de Franco y José Antonio allá donde queden en pie; homenajes de todo tipo al maquis (terroristas antidictatoriales, pero terroristas); reivindicación de los patrimonios de partidos políticos y sindicatos de izquierdas y anarquistas; homenajes a las Brigadas internacionales; homenajes a los represaliados franquistas (nos parecen correctos si se hace lo mismo con los represaliados del Frente Popular); revisión de los juicios militares y consejos de guerra del franquismo (que hagan lo mismo con los absurdos juicios militares de la República); homenajes a los exiliados (más de lo mismo); homenajes a las “mujeres antifranquistas”; propuesta de conversión del Valle de los Caídos en un “parque temático”; iniciativa parlamentaria para indemnizar a los presos gays durante el franquismo… Como ven, asuntos todos ellos, que afectan a la inmensa mayoría de los ciudadanos y -esto es lo más importante- en las cuestiones más necesarias de su vida.

No sabemos si es que no se quiere dar cuenta nuestro Jefe del Estado, pero detrás de todo este arsenal de propuestas republicanas existe un ataque en toda la línea de flotación a Juan Carlos I, a quien se trata de deslegitimar en origen y en ejercicio. Zapatero, bien aleccionado por Carod, le está diciendo al Rey: Majestad, a Vd. le puso Franco en el trono, por lo que viene de donde viene; si quiere Vd. reinar, hágalo como un republicano porque, en caso contrario, ya vio lo que pasó el 14 de abril… no hay más que movilizar un poco a la gente para que salga a las calles. De lo demás se encarga Rubalcaba.

En fin. Ya ven que la majadería no tiene límites para algunos: monarquías republicanas, repúblicas coronadas, renacimiento de viejas confrontaciones civiles, resurrección de los dictadores, resurgimiento de la extrema derecha… La verdad es que el tinglado montado y provocado por Revánchez Zapatero, con la asesoría de la Esquerra de fondo, es completito, completito… Cada día una nueva distracción para el circo guerracivilista. Lo importante es que la rueda no pare. 

Autor: Smith
Publicado el 25 de abril de 2005

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