miércoles, 7 de marzo de 2018

El hipócrita Alfonso Guerra vuelve a la carga

El socialista Alfonso Guerra en una imagen del año 2018.

Hipócrita. (Del lat. cristiano hypocrĭta). 1. adj. Que actúa con hipocresía. U. t. c. s. Alfonso Guerra, que después de haber criticado duramente el Estatuto Zapatuto dio el sí, tras unas leves reformas, al dictamen emitido por la comisión constitucional ha vuelto a la carga de una manera sencillamente indecente. Porque el personaje, otrora rey de la artimaña y el insulto, de vocación frustrada director general de RTVE, es básicamente eso: un indecente. Recuerden, sin ir más lejos, la vil comparación que hizo en 1989 entre la cruz de Cristo y la cruz gamada.


Párense por un momento, amigos de Batiburrillo, a pensar lo que fue el guerrismo, ese residuo de la modernidad ilustrada sociata: "mienmano" Juan Guerra, los pactos con el PCUS (1977), "a este País no lo va a conocer ni la madre que lo parió". De Soledad Becerril "Carlos III vestido de Mariquita Pérez", de Loyola del Palacio "la monja alférez", de Suárez "tahúr del Mississippi", los encuentros gilimarxistas de Jávea, los intelectuales orgánicos, los descamisados, el transformismo pedrestre, los comandos socialistas Guerra-Galeote en RTVE, bocatas en las plazas de Toros, la demagogia social de Pepeluis Tenazos, la defunción de Montesquieu (1985), "el que se mueva no sale en la foto", el clan sevillano, "Tenemos que unirnos al PCE" (1986), Matilduca Fernández (la ministra peor valorada del Felipato con un 1 sobre 10), el avión "anti-apuros" Mystère, el control implacable de las instituciones, Fernández Tarugán, el neomachadismo de barato, "el PSOE siempre fue y será republicano" (1985), el "vendaval antidemocrático", el chalet de Simancas, el necionalismo de Manuela Desmadre, el inmovilismo oficialista, el acostismo, los maletines circulando por Hispalis, "Bambi", el apparatchik gubernamental, el marxista "analítico" Ludolfo Paramio, el neocaciquismo clientelista andaluz, "Arfonfo colócano a to-os", Alí Babá y los cuarenta ladrones, los “renovadores de la nada” y el "Dios" de Txiki Benegas, al asalto de la FSM, el neposocialismo...

Tras estas pinceladas de lo que fue y es el guerrismo, analicemos las declaraciones del curioso personaje que abandonó la política por el tufo corrupto que despedía y que, sin que nadie haya dicho por qué, parece haberse auto-rehabilitado.

1) Dice el presidente de la Comisión Constitucional del Congreso que el Estatuto catalán y el Plan Ibarretxe son "infumables". Entonces, ¿por qué ha votado sí al Estatuto catalán, primera parte del Estatuto ibarretxiano que se avecina? Muy sencillo, porque el hermano de Juan Guerra es un hi-pó-cri-ta.

2) Dice el populista sin par que "hay socialistas que, a veces, hablan como nacionalistas". Entonces, ¿por qué ha votado sí al Estatuto catalán ideado por estos socialistas que hablan como nacionalistas? Muy sencillo, porque Alfonso Guerra es un hi-pó-cri-ta

3) Dice también el corrupto socialista que en la época de José María Aznar "se criminalizaba todo" y se oponían "de una manera brutal" a todos los que dijeran "algo de una comunidad autónoma". No sabemos muy bien qué entiende por "brutal" el chorizo rehabilitado pero lo que es cierto es que Aznar hizo unos pactos con el PNV y CiU que, a diferencia de los de Zapatero, eran públicos y notorios. Así que de criminalizar, nada de nada. Y de brutalismo, menos. Eso sí, victimismo siempre. Con la derecha y con la izquierda. No manipules Alfonsito.

Autor: Smith
Publicado el 8 de abril de 2006

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.