sábado, 10 de marzo de 2018

¿Quién ha dicho que Navarra no está en juego?

Rodolfo Ares, un político acomodaticio a los chanchullos con la facción nacionalista filoetarra.

Decía Hayek que nunca faltarán locos para domeñar desde la maquinaria gubernamental a los individuos. Por desgracia, a la altura del año 2006, todavía sigue en pie este aserto hayekiano. En el PSE-EE ("E" del neologismo aranista "Euskadi", no de su antinomia "España"), existe un socialista verdaderamente dispuesto a domeñar desde la maquinaria gubernamental a los navarros, un maestro industrial que, conforme iba escalando en la política y se iban alejando los tiempos en los que sus "amigos" (?), como Fernando Buesa, eran macabramente asesinados por los mismos que quieren fusionar Navarra y el País Vasco, ha pasado de defender sin ambages a las víctimas de ETA a adoptar la cómoda postura zapateril, anti-redondista y provasquista. Nos referimos a, ya lo hemos dicho antes, un tipo acomodaticio: Rodolfo Ares. ¡Qué tiempos aquellos en los que este señor no se había vendido al social-vasquismo del degenerado Patxi López, a quien hay que escuchar cuando habla para los medios de comunicación abertzales.


Según La Razón, Rodolfo Ares, coordinador y portavoz de la Ejecutiva del PSE-EE, ha dicho que «si hubiera consenso político» en Euskadi y Navarra para conformar un órgano de colaboración conjunto entre ambas comunidades autónomas, él no tendría «ninguna dificultad en que se pudiera reeditar esa fórmula». El repulsivo Ares encima ha tenido la desfachatez de calificar de «infamia» las declaraciones de Miguel Sanz, de UPN, acerca del hipotético pacto entre Zapatero y ETA para el futuro de Navarra, y le acusó de «utilizar la mentira para la confrontación política y para atacar al Partido Socialista». Mire, señor Ares, la única infamia que lleva este último lustro dominando la vida política vasca es la de su partido nacionalsocialista (PSE-EE, tres de las cinco letras son nacionalistas, una orgánica y otra socialista), consistente en nacionalistizar los votos de un electorado que tradicionalmente era sindicalista y moderado en su mayor parte. Esa es la gran infamia y no las declaraciones del presidente de Navarra, que no ha dicho sino la verdad, como usted mismo afirma en la primera parte de sus repugnantes y abyectas declaraciones. Y por cierto, señores sociatas a los que tanto se les llena la boca con la palabra "tregua", ¿qué nos cuentan del incendio que se ha declarado esta madrugada en la ferretería de un concejal de UPN en el Ayuntamiento de Barañáin, en Navarra y que ha provocado daños cuantiosos y el desalojo de 56 viviendas? ¿Tregua? ¡¡No nos hagan reír, falsarios!!

Off-topic: Decía Hayek que muchas de las palabras incorporadas a nuestro lenguaje de hoy son de naturaleza tal que si se las emplea habitualmente conducen a conclusiones erróneas. Véase el caso de "amar a España". Hoy hemos leído también en La Razón que un tal Sergio Pitol ha dicho que «Los exiliados nos enseñaron a amar a España». Sería después de que dejaran de vociferar no sólo el ¡Viva Rusia! y el ¡Rusia, sí; España, no!, sino hasta el desgarrado y monstruoso ¡Muera España!. Suponemos, creemos.

Autor: Smith
Publicado el 22 de abril de 2006

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.